¿QUÉ ES UN MANIPULADOR EMOCIONAL Y CÓMO RECONOCERLO?
- Psic Ernesto Segura
- 10 ago 2017
- 9 Min. de lectura

La manipulación emocional se da cuando una persona manipuladora tiende a persuadir a los demás para que hagan cosas de mayor conveniencia para ella que para los demás. El manipulador emocional se beneficia por tanto a costa de los demás.
Se usa la distorsión mental y la explotación emocional, con la intención de tomar el poder, el control, los beneficios y / o privilegios a expensas de la víctima.
Es importante distinguir la influencia social sana del chantaje emocional. La influencia social sana ocurre entre la mayoría de la gente, y es parte del dar y recibir en las relaciones constructivas. En la manipulación psicológica, una persona se utiliza para el beneficio de otra persona. El manipulador crea deliberadamente un desequilibrio de poder y explota a la víctima para que le sirva en lo que quiere conseguir.
De acuerdo con George K. Simon, la manipulación psicológica involucra:
Ocultar intenciones y comportamientos agresivos.
Conocer las vulnerabilidades psicológicas de la víctima para determinar qué tácticas son las más efectivas.
Tener un nivel suficiente de crueldad para no tener reparos en causar daño a la víctima si es necesario.
Es probable que la manipulación se lleve a cabo a través de medios encubiertos agresivos (agresivos relacionales o pasivos agresivos).
En el presente artículo te mostraré modos de reconocer a las personas manipuladoras y desarmar a las personas chantajistas, capacidad que te ahorrará muchos problemas y frustraciones en tu vida cotidiana.
Día a día nos encontramos con multitud de personas en nuestro entorno. De entre ellas, las manipuladoras intentarán ganar rápidamente confianza contigo para sacar provecho de la relación.
¿Qué hace un manipulador para controlar a su víctima?
El investigador Braiker identificó distintas maneras en que los manipuladores controlan a sus víctimas:
Reforzamiento positivo: alabanza, encanto superficial, simpatía superficial (lágrimas de cocodrilo), disculpas excesivas, ofrecer dinero, ofrecer aprobación, regalos, atención, expresiones faciales como sonrisa o risa forzada y reconocimiento público.
Refuerzo negativo: implica eliminar una situación negativa como recompensa. Ejemplo: no tendrás que hacer tu tarea si me permites hacerte esto.
Refuerzo intermitente: el refuerzo intermitente puede crear un clima de temor y duda. Se crea dando a veces reforzadores positivos y otras no. El reforzamiento positivo intermitente puede alentar a la víctima a persistir. Por ejemplo, en los juegos el jugador gana dinero de vez en cuando pero en general lo pierde.
Castigo: incluye molestar, gritar, mostrar silencios, la intimidación, amenazas, insultos, el chantaje emocional, culpar, mal humor, llanto…
¿Cómo reconocer el chantaje emocional? 11 señales
Existen ciertas claves que deberías conocer y aprender a identificar2:
Manipulación de hechos
Ejemplos: Mentir, ponerse excusas, culpa a la víctima, deformar la verdad, retener información, exagerar.
Elevar la voz y mostrar emociones negativas
Algunas personas levantan la voz durante las discusiones como una forma de manipulación agresiva. La suposición puede ser que si proyectan su voz en voz alta o muestran emociones negativas les darán lo que quieran. La voz agresiva se combina con frecuencia con el lenguaje no verbal agresivo.
Recibir un no por respuesta
Una persona manipuladora detesta recibir un “no” como respuesta. Así, cuando intentes resistirte a los intentos de persuasión de un manipulador, podrás observar que no responderá elegantemente, tal como normalmente hace.
Podría incluso llegar a perder los papeles incluso faltando al respeto, insultando o amenazando.
Viven centradas en si mismas
Las personas manipuladoras no están centradas en lo que pueden ofrecer o cómo pueden ayudar. Podrás observar que estas personas viven centradas en sí mismas y parecen no conocer el significado de la palabra reciprocidad.
Siempre hablarán de sí mismas y raramente preguntarán desinteresadamente cómo estás o si necesitas algo. Además, te darás cuenta que, a medida que les vallas “haciendo favores”, jamás te lo agradecerán a menos que sea para que hagas algo más por ellos.
Muestran sus puntos fuertes
Las personas manipuladoras adoran mostrar sus puntos fuertes y sus proezas. Raramente son personas tímidas.
No son responsables
Las personas manipuladoras tienden a responsabilizar a los demás de las culpas que les corresponden.
Chantajean y usan el miedo y la culpa
Las personas manipuladoras son maestras en el chantaje emocional: utilizan las necesidades de afecto y aprobación del manipulado para amenazar con retener o eliminar ese afecto, o peor incluso, para hacer sentir al manipulado que debe ganarlo.
Las personas manipuladoras tienen predilección por la utilización de tres herramientas: el miedo, la obligación y la culpa.
Son inseguras
Las personas manipuladoras suelen ser sumamente inseguras. A pesar de ello, tratarán de mostrar todo lo contrario: utilizarán actitudes egoístas y dominantes para encubrir sus temores.
Dan poco tiempo para decidir
Esta es una táctica común en ventas y negociación, en la que el manipulador presiona para tomar una decisión antes de que la otra persona esté lista.
Mostrar silencio
Al no responder llamadas telefónicas, mensajes de texto, correos electrónicos u otras consultas, el manipulador intenta mostrar poder.
Hacerse la víctima
Ejemplos: Problemas personales exagerados o imaginados, problemas de salud exagerados o imaginarios, dependencia, mostrar fragilidad para suscitar simpatía y favores.
¿Cómo intentará persuadirte una persona manipuladora?
Cuando alguien necesita o quiere algo de ti, el procedimiento habitual es realizar una petición más o menos directa en función de la confianza que tenga en ti.
Si es una petición “difícil”, la persona acompañará la petición con la justificación de por qué te lo pide y con información acerca de su situación. Esto es porque generalmente pedir favores es desagradable para quien lo pide.
Si la persona que necesita un favor responde al perfil de manipulador, no te realizará en absoluto una petición y mucho menos intentará justificarla con argumentos que demuestren su dependencia de tu ayuda.
Al contrario, las personas manipuladoras ingeniarán situaciones para que tu comportamiento se dirija a su propio beneficio, a pesar de que sea desfavorable para ti. Si el manipulador es bueno, la persona manipulada no se dará cuenta de que está cayendo en su juego.
Ejemplificación:
El jefe de tu empresa necesita pedir a sus empleados que realicen una función extra. En lugar de pedirlo de forma directa, enfrentándose a la posibilidad de que la persona que ejecute esa función pida una bonificación salarial extra, decide recurrir a la manipulación, ¿cómo?
Comunicará a su plantilla de empleados una reunión de emergencia puesto que existe un gran problema. Describirá esa función extra como una situación problemática que necesita ser atajada en equipo y manifestará que no sabe cómo ponerle solución.
Pedirá a la plantilla que, como equipo, propongan soluciones. De este modo, conseguirá que algún miembro particular o el grupo en conjunto llegue a una solución asumiendo esta función como “su propia decisión”.
Dado que la decisión no ha sido del jefe sino de sus empleados, éstos no se sentirán en la tesitura de pedir bonificaciones o de protestar. Al fin y al cabo, nadie les ha obligado a ser “tan buenos empleados”.
¿Cuándo la manipulación se convierte en un problema?
Si estás leyendo este artículo, probablemente seas sensible a este tema o necesites informarte acerca de él.
Probablemente te has dado cuenta de que estás siendo manipulado y necesitas ponerle solución o conoces a alguien que está siendo manipulado y quieres ser de ayuda.
Si tu caso es el primero, estás en situación de ponerle solución. Si tu caso es el segundo, siento decirte que lo tienes más difícil, ¿por qué?
El primer paso imprescindible para solucionar una situación de manipulación es ser consciente de que estás siendo manipulado. Si quieres ayudar a alguien que, bajo tu punto de vista, está siendo manipulado, probablemente te encuentres de cara con el rechazo de esa persona a tus consejos.
Esto es porque una persona manipulada considera que lo que hace es su propia decisión y rechazará que tú te opongas a su voluntad.
Si quieres ayudar a un manipulado sólo tendrás dos alternativas: hacer consciente a esa persona de la relación de manipulación o manipular al manipulado para que no se deje manipular.
Como comprenderás, la segunda de las soluciones no es ni ética ni viable puesto que sólo conseguirás hacer a esta persona más susceptible de futuras manipulaciones.
Lo que nunca deberías hacer
No hacer nada
Los manipuladores manipulan porque encuentran que es un modo efectivo de obtener aquello que desean. Si no haces nada para evitar ser manipulado, el manipulador obtendrá lo que desea y lo único que conseguirás es reforzar su comportamiento manipulador hacia ti.
Los manipuladores siempre prueban a qué personas pueden manipular y sólo mantendrán una relación “cercana” con aquellas personas que pueden manipular o con las personas de las que podrían obtener algún beneficio.
La dependencia
Las personas manipuladoras son extremadamente hábiles para detectar aquellas personas en su entorno que responden al perfil de una persona dependiente. Sin dudarlo, se aprovecharán y la convertirán en víctima de su manipulación.
Los signos de dependencia que buscará el manipulador en el manipulable son: necesidad de ser cuidado, indecisión en cuanto a lo que desea o necesita, dificultad para expresar desacuerdo, comportamiento sumiso, inseguridad.
Ten cuidado a quién abres tu corazón para contarle cosas. Si por casualidad es una persona manipuladora, te ofrecerá todo su apoyo para poco a poco convertirte en su herramienta de manipulación y no soltarte jamás.
El miedo a no agradar
Ante todo aclarar que este miedo es parte de nuestra naturaleza de seres humanos y, por lo tanto, seres sociales.
Caer bien a los demás nos hace la vida más agradable mientras que sentirse rechazado nos hace sentirnos mal con nosotros mismos.
Mantén en mente que toda aquella relación que no te haga la vida más agradable y te cueste esfuerzos que te hagan sentir frustrado o mal contigo mismo, rompe la regla general. Son estas las relaciones que debes poner en cuestionamiento, ¿merece la pena?
Estrategias para desarmar a un manipulador
Modifica la tendencia
Como ya he apuntado anteriormente, las personas manipuladoras utilizan la manipulación porque surte efecto en la mayor parte de las ocasiones. Realmente, manipular es más complejo que hacer una petición directa, como la mayoría de la gente, requiere tramar un plan complejo de ingeniería.
Dado que darte cuenta de que has sido manipulado es algo que probablemente te disguste, modifica la tendencia: haz que el manipulador aprenda que pedirte las cosas directamente es más efectivo.
De este modo, cuando la persona en cuestión te pida algo de forma directa, concédeselo. Sin embargo, cuando comiences a detectar su intento de manipulación, rechaza de forma indirecta hacer el favor o, directamente, no lo hagas sin ser explícito.
Con el tiempo, la persona manipuladora aprenderá que la manipulación no surte efecto contigo sino que lo más efectivo es realizarte peticiones directas. Éstas son mucho más sencillas de rechazar y menos frustrantes para ti.
Poco a poco, extingue el comportamiento de la persona en cuestión manifestando que siempre está pidiendo, no podrá negártelo porque es la realidad.
Probablemente reaccione de forma poco elegante o incluso pierda los papeles insultando o amenazando. En este momento estará desarmado y sentirá que ha perdido la batalla a todas luces.
Si no estás de acuerdo, exprésalo de forma incansable
Las situaciones y contextos en las que la persona manipuladora intenta manipularte suelen ser bastante similares. Esto quiere decir que puedes aprender de una para la siguiente.
Prepárate para reaccionar la próxima vez y mentalízate de que tendrás que ser más fuerte que el manipulador.
Después de ser manipulado reflexiona cómo deberías haber respondido para evitar o cortar la situación. La próxima vez que te suceda, utiliza esta respuesta que has planificado. El manipulador insistirá una y mil veces. En ese momento, tendrás que responder una y mil veces exactamente de la misma forma. Sé cansino, tanto como la persona manipuladora.
Si la conversación no finaliza, di que te tienes que ir “ya mismo” por algún motivo y se tajante, no te quedes más tiempo.
El papel de una tercera persona
Una buena forma de evitar ser manipulado es no encontrarte a solas con el manipulador. Cuando una tercera persona está presente, el manipulador no intentará manipularte con tanta facilidad porque, aunque sabe que tú puedes ser manipulable, existe la posibilidad de que la tercera persona se dé cuenta del intento, algo inasumible para un manipulador.
Si aun así sientes que has sido manipulado cuando la tercera persona estaba presente, habla con esta persona para pedirle su opinión externa y su consejo. Esa tercera persona te ofrecerá una visión más objetiva de la situación.
Confrontación
Esta estrategia es la más radical de las que mencionaré pero es sin duda la más efectiva. El mejor modo de acabar con una situación de manipulación que se ha convertido en un problema en tu vida es confrontar a la persona que te manipula.
Las personas manipuladoras no están acostumbradas a hablar de una forma directa por lo que, si tú le confrontas de forma directa, no sabrán cómo actuar y se quedarán perplejos.
No le confrontes de forma agresiva a menos que no quede más remedio. Si utilizas la agresión o te alteras, muy probablemente perderás la batalla y la persona manipuladora le “dará la vuelta” a la situación sin que te des casi cuenta.
La mejor forma de confrontar a una persona manipuladora es hacerlo desde la calma y el consejo, hablando siempre de forma seria.
Utiliza ejemplos (preferiblemente que no se refieran ni a ti ni a la persona manipuladora) y transmítele que tu única intención es ayudarle a mejorar su comunicación con los demás.
Si has sido víctima de sus manipulaciones de forma muy prolongada, lo más probable es que la persona manipuladora rechace tus argumentos. Sin embargo, el simple hecho de que se lo digas hará que cambien las cosas entre vosotros.
¿Merece la pena? Toma una decisión
Reflexiona en qué aspectos de tu vida está influyendo negativamente la persona manipuladora:
Libertad de decisión y actuación.
Consumo de tiempo.
Realización personal.
Éxitos/fracasos.
Etc.
A continuación valora los beneficios que esta persona te aporta y que no podrías obtener por ti mismo o de otra persona (no manipuladora).
Por último realiza un análisis de costes- beneficios y, si la respuesta es clara, toma una decisión.
Probablemente es muy duro decidir apartar de tu vida a una persona aunque sea manipuladora: puede ser tú pareja, tu mejor amigo, miembro de tu familia, etc. Quizás existan opciones intermedias: en lugar de apartar, pasa a la persona a un segundo plano.
Aunque parezca duro en un primer momento, en seguida te darás cuenta de los beneficios de haber tomado esa decisión.
Utiliza tus experiencias como guía para el futuro
No hay nada mejor que vivir una experiencia para aprender algo.
Podrías leer libros o buscar información sobre manipulación, lo cual te ayudaría muchísimo. Sin embargo, en este caso, las enseñanzas que te da la vida formarán una huella que siempre recordarás.
Las claves son la prevención y la reacción:
Detección: aprende cómo identificar signos tempranos de comportamiento manipulativo.
Reacción: aprende cómo debes actuar y responder ante las personas manipuladoras.
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